domingo, 22 de mayo de 2011

EL APRENDIZAJE ACTIVO COMO FACTOR INFLUYENTE EN EL SÍNDROME DEL BURNOUT

El proyecto educativo de la Universidad Icesi se resume en convertir a la universidad, no en un sitio de instrucción sino en un centro de estudio, de tal manera que pueda entregar a la sociedad egresados que se caractericen por habilidades y valores que trasciendan los contenidos profesionalizantes y quienes, por sus capacidades intelectuales de orden superior, análisis, síntesis, interpretación, inferencia y evaluación, sean innovadores y competitivos.
El cambio en el ámbito docente, como organización educativa, residirá entonces en cambiar a un profesor que cree que enseña, a uno que diseña y administra experiencias de aprendizaje, que motiva y que guía al estudiante para que construya su propio conocimiento. Por tal motivo, los docentes de la Universidad Icesi se encuentran en un reto educativo, en el que deben tener en cuenta elementos para el diseño y ejecución de estrategias, que promuevan el Aprendizaje Activo en los estudiantes como (i) lograr el compromiso de los estudiantes --ayudándoles a comprender las ventajas y la necesidad que tienen de ser agentes activos de su propio aprendizaje, teniendo en mente que, casi con absoluta seguridad, encontrara resistencia por parte de algunos estudiantes--; (ii) considerar los estilos de aprendizaje, --ya que no todos los estudiantes aprenden de igual manera--; (iii) manejar las preguntas como la herramienta más pedagógica para promover el aprendizaje activo y las operaciones de orden superior en los estudiantes: las preguntas, y el proceso mental de búsqueda de respuestas, son el corazón del proceso de aprendizaje activo. Así, el profesor deberá estar siempre, continuamente, retando  al estudiante con preguntas acerca de información, propósito, interpretación, suposición, implicación, punto de vista, relevancia, exactitud, precisión, consistencia y lógica.
En consecuencia, los docentes de la Universidad Icesi se encuentran expuestos en gran medida  a sufrir el Síndrome del Burnout, que hace referencia a un estado de desgaste emocional, físico y mental. Este padecimiento consiste en la presencia de una respuesta prolongada de estrés, relacionada con el ambiente y  el contexto de trabajo, lo que produce cansancio emocional crónico, fatiga física, perdida de interés por la actividad laboral y baja realización personal. Y principalmente afecta a los profesionales de ayuda, como la docencia, el servicio social o la salud, ya que se encuentran constantemente en contacto con personas. Este síndrome es considerado como un importante problema individual, social y académico.
Muchos expertos dicen que es una enfermedad de la sociedad moderna, donde el trabajo deja de ser una fuente generadora de bienestar, para transformarse en un causal de desilusión. Así pues, El Síndrome del Burnout impacta en la sociedad actual con más fuerza que hace unas décadas, debido a la definición cambiante del trabajo.

Anterior a la introducción de la Revolución Industrial, el trabajo se consideraba un medio de subsistencia. El agotamiento padecido por el hombre era corporal y se debía a que cada tarea demandaba un esfuerzo físico. La revolución industrial trajo consigo la implementación de la maquinaria y de la industria, movilizando enormes cantidades de personas y recursos que  modificaban tanto la naturaleza del trabajo como el uso del tiempo.
El sistema de producción en los siglos XI y XVI aproximadamente, en Europa Occidental y posteriormente en Europa Oriental, fue el feudalismo, que consistía en un sistema de escala en defensa en el que el señor feudal brindaba protección a cambio de rentas. No existía una mentalidad capitalista de ahorro, ni de superación personal, la servidumbre trabajaba para subsistir y para ser protegida, sin tener en cuenta el debate frente a una relación contractual o coercitiva del feudo. Sin embargo, el trabajo basado en la agricultura era excesivo y demandaba un gran esfuerzo físico. Además, la esclavitud era incentivada por Europa hacia  África negra y América Latina, lugares en los que los esclavos eran sometidos a radicales torturas físicas.
Con el estallido de la Revolución Industrial en Inglaterra durante la segunda mitad del siglo XVIII, la vida laboral consistió básicamente en el reemplazo del obrero y el artesano por maquinas, suplantada por la producción en masa o a gran escala, convirtiendo así, a los obreros, en operarios, que eran explotados con horarios fabriles y con salarios inapreciables, impuestos por la maquinaria y su cantidad de producción diaria. Las personas debido a sus horarios mantenían en un estado físico medio desgastante. Así que, el trabajo fue tomando una concepción diferente, donde iba de la mano, de la industria y de los procesos sin dejar a un lado que “El trabajo ha sido una constante en la evolución de la humanidad, hasta el momento actual, no podría entenderse al hombre desprendido del trabajo” (Pág. 1, El trabajo antes de la Revolución Industrial).


Posterior a la Revolución Industrial, y durante la Era del conocimiento en la que la mentalidad de las personas es el motor de cualquier empresa, el agotamiento que sufren los individuos en cuanto a su rendimiento laboral es puramente emocional.  El verdadero liderazgo ya no consiste en dar órdenes, sino en ayudar a las personas a crecer, es proponer valores, puesto que las personas además de dinero aspiran a un crecimiento personal, aprecio y sentido de pertenencia". (Recuperado en http://www.monografias.com/trabajos32/sindrome-burn-out/sindrome-burn-out.shtml).
En la organización de las empresas de la Era del Conocimiento, las reglas cambian sustancialmente, el foco de quien dirige está puesto en las condiciones ambientales motivadoras que estimulan a que cada uno haga su mejor aporte. Esto requiere el conocimiento de las fortalezas y potencialidad de los liderados, para que cada uno llegue a ser lo mejor que puede ser y lleve al grupo a su mejor nivel.
Pero el enfoque no es tan agradable como parece, consiste en hacer más en menos tiempo, usar la tecnología para ser más productivo, actuar con más creatividad, con más innovación. Por tal motivo la educación es vital, el conocimiento adquirido es fundamental a la hora de laborar. Las habilidades interpersonales, la capacidad de promover y aceptar el cambio, la capacidad de comunicación oral y escrita, y la habilidad para aprender son vitales en la competencia por las posiciones laborales. Las empresas buscan personas llenas de creatividad, de innovación, de iniciativa, de arranque, de independencia, de responsabilidad, de confianza en sí mismas, capaces de proveer soluciones.
Aquí el recurso humano en términos de su conocimiento y actitudes, y el recurso informático son los elementos vitales.
Además de ser una era, donde indudablemente se dan  los más grandes cambios, pues al mismo tiempo que las redes y los equipos de trabajo son importantes, la responsabilidad individual es exigible, se da en gran nivel, el desempleo, aquella enfermedad destructiva de la sociedad moderna, que afecta a hombres y mujeres, que viven a la espera de un salario. Debido a la necesidad creciente y abundante de empleo en las ciudades, y a la contratación exclusiva por parte de los empleadores. Lo que conlleva a la perdida de trabajo, perdida de motivaciones y cambios en la estructura familiar, concluyendo en una deficiente calidad de vida;  influenciada directamente por “la historia de las cosas” (Hipótesis, Annie Leonard, http://www.youtube.com/watch?v=ykfp1WvVqAY), en la cual el diario vivir de una persona es  una rutina cíclica fundamentada en el consumismo, donde nuestro principal objetivo es producir para consumir, lo que va atado a sentirse  valorado por la sociedad. Esta rutina cíclica es un factor más,  que lleva al ser humano a sufrir el Síndrome del Burnout, pues se ve afectado por altas exigencias de la sociedad, para sentirse parte  de ella.


El ámbito académico se caracteriza por el exceso de información, ya que en esta Era del conocimiento las personas se sienten presionadas por una sociedad tecnológica en constante cambio, donde es de vital importancia un reconocimiento laboral.             “Todo profesor desea que sus estudiantes aprendan. Sin embargo, frecuentemente no sabe que modificaciones, en su planteamiento docente, producirán una diferencia positiva. Recurre entonces a su experiencia y trata de encontrar lo mejor, utilizando prueba y error” (Pág. 19, El aprendizaje activo y la formación universitaria). En esta continua búsqueda de una metodología correcta y autosuficiente, el docente puede tener en cuenta los elementos para el diseño y ejecución de estrategias anteriormente descritas, sin embargo, al considerar los estilos de aprendizaje, puede surgir como algo inabordable, ya que se debe tener en cuenta la cantidad de estudiantes por curso, lo que sumaria presión al profesor.
El docente es un modelo que proyecta sobre sus alumnos, no solo sus conocimientos sino también su propia forma de ser, sus valores y actitudes, su filosofía de vida, y su estado de ánimo. Por esta razón, un docente estresado tendrá dificultades para transmitir eficazmente su enseñanza, afectando directamente su salud laboral y la calidad de su docencia, desatando en el Síndrome del Burnout  que se está convirtiendo en un serio problema no solo para el colectivo docente, sino también para el sistema educativo en general. Por las consecuencias directas de este síndrome en cuanto a calidad de enseñanza se refiere. Estos efectos negativos se hacen patentes en el número creciente de bajas laborales, rotación, absentismo y decremento en la productividad y calidad de enseñanza.                                                                       

Según el planteado modelo de enseñanza de la universidad Icesi los profesionales no pueden instruir fructíferamente a aquellos que no se enseñan a sí mismos, a aquellos que son únicamente pasivos en la construcción de su propio conocimiento; lo máximo que pueden hacer es convertir estas almas inertes al estudio activo. En secuela, los docentes habitualmente se encuentran en un persistente conflicto con los estudiantes, al no acatar tal modelo, y al no lograr su cumplimiento.



El síndrome no  afecta más que en otra época, sino que es más evidente (Existen más casos registrados). Pero las dinámicas laborales en esta Era del conocimiento afectan a una cantidad aun mayor de empleados.
En algunos casos, respecto a las dinámicas laborales de la Universidad Icesi, se encuentran  evidencias de docentes que recurren a ayuda profesional psicológica, para alivianar el peso del estrés producido por la docencia y su creciente necesidad de cambio.  La  destreza individual que ayuda a comprender mejor porque algunos docentes son más susceptibles a las consecuencias negativas del estrés y, sin embargo, otros son inmunes a sus efectos, es el constructo denominado inteligencia emocional.  La inteligencia emocional, se define como una habilidad para, recibir, asimilar, comprender  y regular las emociones propias y las de los demás, es percibida mediante la capacidad de reflexión emocional de las personas sobre sus propios sentimientos, es decir,  que proporcionen  un índice de inteligencia emocional mediante tres factores: Atención, claridad y Reparación de las propias emociones.
Algunos estudios sugieren la existencia de factores de personalidad y habilidades emocionales que influyen en los niveles globales de estrés laboral del profesorado, incluso cuando se controlan los estresores típicamente organizacionales y del entorno de trabajo. Otros estudios enfatizan el uso específico de ciertas formas de afrontamiento activo, la búsqueda de apoyo social o variables de personalidad tales como autoestima y mecanismos de control, como mediadores de los efectos del estrés laboral sobre el ajuste emocional del profesorado. El estrés será distinto de un individuo a otro, debido a su personalidad y manejo de mecanismos de reacción ante situaciones agobiantes que puedan perjudicar su ambiente laboral.


En conclusión, la definición del trabajo ha venido evolucionando gracias a una continua revolución tecnológica, trayendo consigo una mentalidad de superación personal mediante la acción laboral, y sublevando las  metodologías de enseñanza; respecto al ámbito laboral, que formen individuos innovadores y competitivos (Aprendizaje activo). Teniendo en cuenta las características que ejemplifican la sociedad actual, tales como la acelerada revolución tecnológica, exceso de información, perdida de trabajo, cambios en la estructura familiar, perdida de motivaciones, fuerte tendencia al consumo y los medios de comunicación que nos transmiten nuevos referentes en la búsqueda de una satisfacción personal y social. Los individuos se encuentran frente a fuertes exigencias económicas y sociales que  sobrepasan sus capacidades adaptativas ocasionando cambios psicológicos y fisiológicos que pueden afectar seriamente su salud. Entonces, encontramos al Aprendizaje Activo como un factor más, que afecta a los docentes en el reconocimiento del Sindrome del Burnout. Sin dejar a un lado el beneficio que trae consigo en los estudiantes.

No de palabras: 2001
Bibliografía:

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Sánchez Marín, Manuel. Grau Gambau, Rosa. Yubero Jiménez, Santiago. (2002).El Síndrome del Burnout en los profesionales de la educación. En: Procesos Psicosociales en los Contextos Educativos (pp. 187-196). Ediciones pirámide. Madrid.

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